Editorial Segundo Programa: DIVERSIDAD DE CUERPOS E IDENTIDADES

“[...]destruir los monopolios narrativos, como temas exclusivos y como pragmáticas exclusivas. Arrebatar los privilegios que el narrador se ha atribuido a sí mismo. Probar que hay tanto poder-y no menos poder- en escuchar, si uno es el destinatario de la narración, y en actuar, si uno es lo narrado[...]”
Francois Lyotard

Primer acto: Una larga fila de cuerpos esperando. Un papel, con sello y todo, que sostiene que ella es Clara Rodríguez. Otro papel, pegado con cinta en una mesa, ratifica que Clara Rodríguez pertenece al género “mujer”.
Segundo acto: Clara Rodríguez, (¿quien yo?), esperando su turno para jugar un juego que no entiende muy bien pero que cada vez siente que le me gusta menos...
Una brisa de viento de golpe le pega en el cuello y le susurra...Y si jugamos a otra cosa? Y si no sos Clara Rodríguez, y si no sos mujer? Y si no sos????
AHH!! Quien soy?
El dilema de siempre. Uno es, por lo que es nombrado.
Clara Nacío y la medicina sentencio: “Es una nena”
Clara Nacío y sus padres sentenciaron:”Es una nena y se va a llamar Clara”
Clara Nacío y la sentenciaron a ser...

El Occidente Moderno, capitalista y patriarcal, tiene eso, le encanta jugar a sentenciar y le encanta ser el dueño de la pelota. Mira a la realidad desde la estrechez de una cerradura y decide y sentencia que lo que ES, es lo que él quiere que sea.
Tanto le gusta jugar a sentenciar, definir y etiquetar que se crea un montón de dispositivos de poder para hacer que el resto de las personas y el mundo sólo puedan jugar de la manera en la que él quiere jugar, y si no es así, si te salís de la norma, si inventas otro libreto o jugás otro papel, perdiste tu turno de ser feliz...
Colocando a una gran parte de la humanidad en desventaja – desventaja que incluso se paga con la muerte-. Es ley, determina lo que queda adentro – un adentro con jerarquías- y lo que queda afuera, qué es lo normal, y qué lo anormal, lo verdadero y lo falso.
Sentencia cuál es nuestro rol en la sociedad, cómo tenemos que ser, si debemos desear o no y cómo, cómo debemos sentir, movernos, vestirnos, actuar, nuestros gustos y preferencias, a qué debemos jugar, cómo debe ser nuestro cuerpo, etc, no sólo diciéndonos qué somos y cómo debemos ser, sino, también, negándonos otro montón de posibilidades de ser, sentir y desear.....
Pensamiento dualista que es parte del imaginario social occidental y cristiano y que está basado en una lógica binaria y jerárquica que produce exclusión y sufrimiento, verdades, saberes y discursos.
La misma lógica perversa que piensa que un cuerpo intersex es una aberración, una monstruosidad de la naturaleza, una desviación a ser reparada quirúrgicamente para normalizarla y transformarla en aquello que debe ser (o una mujer o un hombre), en lugar de revisar la forma en la que concebimos al mundo.
El cuerpo como disputa de poder, como las relaciones de poder se inscriben y reproducen en los cuerpos...
Pensar en clave de transgeneridad, de contingencia: no existen ni dos sexos naturales, ni una relación necesaria entre anatomía, identidad de genero, expresión de genero sexualidad y elección erótica. Nos permite re-pensarnos como identidades nómades, que cambian, se transforman, se recrean y no fijas y naturales. Nos permite pensar en el estar siendo y no en la exactitud del ser, nos conecta con nuestros deseos de ser ...
Nombrarnos en vez de ser nombrados...Jugar a crear y recrearnos, individual y colectivamente, derribar todos los artefactos contruidos, derribar las identidades, El cuerpo, la familia, la pareja, el sexo, el genero,
Multiplicidad de enunciados que no nos señalan un único camino desde donde pararse y hablar, múltiples enunciados viviendo , nombrado y sintiendo el mundo...de muchos colores se crea el mundo...
la necesidad de recuperar el cuerpo, para recuperarnos, el cuerpo como espacio de creación, de desobediencia, de resistencia....
cuerpos que danzan, que se conectan, que construyen una melodía en donde cada una y cada uno danza como mas le plazca, recreando constantemente el ritmo de su propio cuerpo, tu cuerpo desnudo, sin papeles a representar bailando, con el mío, el de el, el de ella, mi cuerpo y el los demás, todos interconectados,

Clara se despierta. La fila ha avanzado, pero ella tiene que seguir esperando su turno.
Clara saca un espejo de su cartera y se mira...Se mira con otros ojos y se reconoce...ahí, del otro lado del espejo, Clara se reconoce.
Una manito sale del espejo y la invita a jugar...La invita a crear su propio juego...
Clara mira la fila de cuerpos esperando y siente miedo...Mira hacia adentro del espejo y siente miedo, y la manito que le insiste en que cruce para poder ir a jugar...
Y del otro lado, que enuncian su nombre, que enuncian el momento en el que Clara Rodríguez debe interpretar su papel asignado....
Clara cierra los ojos, respira profundamente y cruza...
Clara Rodríguez Ha muerto. Ha muerto para renacer como más le guste, renació para emprender la aventura de la gesta del nombre propio y desde el primer llanto de su nueva vida ella grita su verdadero nombre...