A TRAVÉS DEL ESPEJO

Retransmitido por la Red Nosotras en el Mundo los domingos de 21 a 23 hs

Travestis, Transexuales, Transgéneros e Intersex: RECOMENDACIONES PARA PERIODISTAS , COMUNICADORES Y COMUNICADORAS:

Extraído de: http://transexualidad.wordpress.com/



· Referirse a una persona transexual con el sexo con el que se siente identificada. Bibiana Fernández, conocida actriz, ha rodado películas como “Rojo Sangre” y “Kika”.

· No referirse a una persona transexual con el sexo con el que no siente identificación. Marta es distinto a los demás chicos.

· No referirse a la persona sustantivando su condición: Los transexuales de Huelva se reúnen. Las transexuales femeninas reivindican… Los transexuales masculinos…

· Referirse a una persona transexual como: Hombre transexual, mujer transexual, actriz transexual, persona transexual.

· No confundir la identidad sexual con la orientación sexual u otros: Travestí, Drag Queen, homosexual, bisexual, asexual…

· No utilizar términos ofensivos: No utilizar términos ofensivos: mariquita, afeminado, amanerado, chicazo, marimacho, travelo…

· Toda persona es biológica, luego es incorrecto hablar de personas transexuales y de personas biológicas para referirse a personas no transexuales.


¿Qué cambia y qué no?


Una persona transexual considera que siempre ha sido un hombre o una mujer, luego es incorrecto hablar de “cambio de sexo”. Lo que una persona transexual suele transmitir es que, por un error fatal de la naturaleza, se le ha asignado un cuerpo equivocado y –por consiguiente– una identidad errónea. Por lo tanto desean una “reasignación de sexo”. Por eso recomendamos:

· Referirse al proceso que viven las personas transexuales como proceso de reasignación de sexo.

· Una persona transexual considera que siempre ha sido un hombre o una mujer, luego nunca cambia de sexo. Es incorrecto decir: Se hizo la operación de cambio de sexo. Ha comenzado el proceso transexualizador. Personas que desean transitar de hombre a mujer.

· Muchas personas (también periodistas) lanzan preguntas sobre si la persona transexual se ha operado una u otra parte del cuerpo. Al margen de que esto sea una cuestión más de la intención y el tacto personal del interlocutor que pregunta por aspectos tan personales, creemos que la forma más correcta de interesarse por esto sería preguntar: ¿Has terminado tu proceso de reasignación de sexo?

· No dar por sentado que son personas incompletas, hayan pasado o no por el quirófano. ¿Eres un hombre totalmente?, ¿eres una mujer completa?

· Lo correcto es utilizar el término tratamiento de reemplazamiento hormonal o tratamiento hormonal y no hormonación, proceso de hormonación, hormonación de cambio de sexo u hormonización.

Queremos enfatizar en la idea de “proceso” y no reducir la cuestión de la transexualidad a una simple “operación”, puesto que lo segundo no incluye conceptos como el tratamiento psicológico, el tratamiento hormonal, avatares sociales y jurídicos, etc.


Noticiabilidad


Uno de los criterios periodísticos de “noticiabilidad” es la búsqueda de “lo raro”. Así, cualquier hecho que tenga algo de extravagante para la población mayoritaria, será más noticia que una realidad cotidiana. El riesgo de abusar de este criterio, lo que también suele implicar un tratamiento especial y parcial, es convertir un hecho en una escena casi circense. La mayoría de las noticias que se publican sobre la minoría de personas transexuales probablemente no se han decidido lanzar por el resto de criterios (cercanía, importancia, primicia, personaje público involucrado, etc.), sino por considerar este hecho como algo extravagante y exótico. Esto provoca una percepción distorsionada de la realidad de la transexualidad. A veces incluso la circunstancia de la transexualidad no es relevante para la información y no hay por qué citarla. Por eso recomendamos:

· Revisar el criterio periodístico de extravagancia en general.

· Considerar otros criterios para publicar sobre los hechos relacionados con la transexualidad.

· No aplicar un tratamiento especial a estas noticias simplemente por parecer “lejanas”, la transexualidad es algo cotidiano para estas personas.

· Evitar la espectacularización y el morbo.

· Mencionar la condición de transexual de una persona sólo cuando sea necesario para entender correctamente el hecho. La federación de personas transexuales exige una ley sobre la identidad sexual.

· No mencionar la condición de transexual de una persona sin justificación, cuando no tiene relevancia para entender el hecho, sea un acontecimiento positivo o negativo: Una mujer transexual roba un banco. / Un joven transexual expone sus fotografías sobre medio ambiente.

El conocimiento como base del respeto La ignorancia con respecto a las personas transexuales nos lleva habitualmente al error. Proponemos un acercamiento a este colectivo para comprender mejor su situación.

· Documentarse adecuadamente antes de transmitir una información inexacta e irrespetuosa.

· Contrastar las fuentes institucionales, políticas, médico-científicas, de las organizaciones, familiares y personales.

· Acudir a y potenciar las fuentes directamente afectadas: asociaciones, familiares y personas transexuales.

· Rectificar con celeridad, diligencia y al mismo nivel y eco (tamaño de titulares, espacio dedicado…) las informaciones que hayan perjudicado los derechos de las personas transexuales. No reducir el espacio para las reclamaciones a las cartas al director.


Mostrar todas las facetas


A día de hoy relacionamos la palabra “transexual” con conceptos como espectáculo, pornografía, travestismo y prostitución. Socialmente hemos construido una visión extremadamente unidimensional carente de otros campos tan significativos como los sentimientos, las aspiraciones, la fuerza individual y colectiva, la creatividad y, por supuesto, la seriedad. Por eso recomendamos:

· Transmitir una visión equilibrada sobre el fenómeno: no evitar la parte dramática de esta realidad social, pero tampoco olvidar los logros y avances.

· Mostrar a las personas transexuales de forma integral: en su vida familiar, en su vida laboral, momentos de ocio, situaciones sociales, etc.

· Presentar la transexualidad con naturalidad.

· Evitar la visión compasiva, sensacionalista, paternalista, curiosidad morbosa, superprotección, distanciamiento, frivolidad…

· Potenciar la información sobre recursos, vías y soluciones.

· Ilustrar las informaciones sobre transexualidad con material gráfico adecuado. No ilustrarlas con fotografías de espectáculos, eróticas, pornográficas, morbosas, marginales (prostitución)… que no representan a todo el colectivo y que transmiten una visión sesgada. Utilizar sólo estas imágenes cuando la información se refiera específicamente a estas circunstancias.

· La sociedad se caracteriza por la riqueza de opiniones y puntos de vista: ofrecer testimonios variados e informarse con fuentes de primera mano. No generalizar. Una organización o una persona transexual no representa a los demás. No eternizar estereotipos, no dar siempre una visión única de los hechos: Los hombres transexuales tienen aspecto muy viril, son de pelo en pecho… Mujeres transexuales muy maquilladas, siempre con tacones y a la moda…

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